La contribución que el deporte puede hacer a los esfuerzos de consolidación de la paz generalmente se ha considerado a nivel de base y de estado nación.

A nivel comunitario o de base, se puede considerar que el deporte proporciona una forma útil de crear un entorno en el que las personas puedan unirse para: trabajar hacia el mismo objetivo, mostrar respeto por los demás y compartir espacios y equipos. Todos estos aspectos son cruciales para los procesos de consolidación de la paz y se ejemplifican en los hallazgos de un programa de Peace Players International.

El programa 'bridging divides' en Sudáfrica utiliza el baloncesto para unir a los niños y las comunidades. Una evaluación del programa muestra que la mayoría de los participantes expresaron menos estereotipos raciales y menos racismo en comparación con los niños que no formaban parte del programa. Muchos participantes estaban a favor de la integración racial y una mayor socialización interracial que otros niños.

Un estudio sobre el papel del deporte en el fomento de la integración social entre diferentes grupos étnicos en las escuelas sudafricanas mostró que varios factores contribuyeron a que el uso del deporte tuviera éxito en el intercambio y la construcción de relaciones entre diferentes grupos, incluidos los medios de comunicación no verbales del deporte ; el deporte como medio para vivir la experiencia colectiva y establecer un contacto físico directo ; y la capacidad del deporte para trascender las divisiones de clase.

Las Escuelas de Fútbol Open Fun

Las Escuelas de Fútbol Open Fun se iniciaron en Bosnia-Herzegovina, utilizando el fútbol base como un medio para proporcionar un sitio para la interacción y construir relaciones entre los jóvenes y los entrenadores.

Desde entonces, la iniciativa se ha ampliado hasta convertirse en una herramienta de reconciliación para fomentar la comprensión y la tolerancia en la ARY de Macedonia, Serbia y Montenegro, Moldavia, Georgia y varios otros países de los Balcanes, el Cáucaso y Oriente Medio.

Las Open Fun Football Schools implementadas en Europa del Este y Medio Oriente organizaron eventos callejeros para la comunidad en general, que a veces han actuado como el primer contacto significativo de la posguerra entre comunidades que antes eran cercanas pero que ahora son profundamente hostiles entre sí.

Deporte e identidad nacional

El Informe de las Naciones Unidas sobre el Año Internacional del Deporte y la Educación Física 2005 destaca los beneficios que el deporte puede aportar en la construcción de la identidad nacional, especialmente a nivel del deporte de élite.

El deporte puede proporcionar una imagen positiva de la nación a la comunidad internacional. Los estudios sobre casos específicos han demostrado que el deporte, especialmente el fútbol, puede contribuir positivamente a fortalecer el orgullo nacional y formar una identidad nacional cohesiva.

Por ejemplo, un estudio sobre el caso del fútbol en Liberia muestra que el fútbol se considera 'una actividad 'neutral', una propiedad cultural común que no ha sido dañada por la guerra'. Durante el conflicto civil, los torneos de fútbol se consideraban las únicas ocasiones que producían un sentido de unidad nacional.

Por otro lado, el deporte puede producir expresiones nacionalistas que van en detrimento de la paz. Por ejemplo, el partido de waterpolo olímpico de 1956 entre Hungría y la Unión Soviética que tuvo lugar después de la invasión soviética de Budapest provocó violentos enfrentamientos entre los atletas.

Además, muchos académicos asocian la importación de deportes modernos a las antiguas colonias como una estrategia explícita de imperialismo y conquista. En este sentido, es necesario considerar tanto los peligros potenciales como los beneficios del deporte en la formación de la identidad nacional.

Imagen de Mariana Fernandes https://unsplash.com/photos/0b5nPhD4T3c