En cuanto a los aspectos sociales del desarrollo infantil y juvenil, hay tres áreas principales que se han considerado: inclusión y construcción de comunidad; la formación del carácter; y delincuencia y seguridad comunitaria.
Inclusión y construcción de comunidad
El papel del deporte en la inclusión ha demostrado estar fuertemente vinculado a la construcción de cohesión social y capital social entre los jóvenes y adultos de las comunidades. El deporte se ha utilizado como una herramienta práctica para involucrar a los jóvenes en sus comunidades a través del voluntariado, lo que ha resultado en niveles más altos de liderazgo, compromiso comunitario y altruismo entre los jóvenes.
Las relaciones positivas entre pares entre los jóvenes se fomentan a través de la actividad física y el entrenamiento se considera un aspecto clave de cómo la actividad física puede contribuir a la inclusión social entre los jóvenes.
La inclusión social también se relaciona con ofrecer igualdad de oportunidades en los programas deportivos y educativos, independientemente del género, el origen étnico o la capacidad. Cada vez se presta más atención al desarrollo de programas tanto dentro como fuera de las escuelas, por ejemplo, para incluir a las niñas, las personas con discapacidad y los refugiados.
La formación del carácter
El razonamiento es que el comportamiento moral se adquiere a través de la interacción social que se produce a través del deporte y la actividad física realizada en colectivo. Que el deporte tenga o no un impacto positivo en la construcción del carácter de un individuo depende en gran medida del contexto del programa y de los valores que se promueven y desarrollan.
En este sentido, los profesores de educación física, entrenadores, entrenadores o líderes comunitarios tienen una influencia determinante en la experiencia deportiva de un joven y en el grado de 'formación del carácter' que puede surgir. Algunas investigaciones también indican que "la actividad física fuera del deporte de competición" puede ser más eficaz para promover la comprensión mutua y la empatía entre los jóvenes.
Delincuencia y seguridad comunitaria
La investigación sugiere que el deporte puede utilizarse como un medio para reducir el comportamiento desviado entre niños y jóvenes. Pero participar en actividad física no tiene un impacto directo en el comportamiento desviado. En consecuencia, los programas deben combinar deportes y actividades físicas con liderazgo y desarrollo de habilidades laborales y capacitación para abordar los factores de riesgo en niños y jóvenes.
La mayoría de los programas que se enfocan en jóvenes delincuentes pretenden actuar como:
- Diversiones para jóvenes delincuentes lejos de otros jóvenes delincuentes
- Actividades de rehabilitación para aquellos previamente involucrados en conducta delictiva
- Portales para involucrar al grupo objetivo en el deporte para establecer relaciones con figuras de autoridad, servicios sociales, programas educativos y grupos marginados.
Los programas 'Gateway' buscan abordar los factores de riesgo subyacentes para la participación en delitos, el abandono escolar prematuro y otros problemas sociales que contribuyen a la delincuencia al brindar a los jóvenes 'en riesgo' acceso a capacitación social y de habilidades laborales, programas educativos y/o programas de liderazgo.
Para aumentar el éxito de un programa deportivo en esta área, las actividades deben ser:
- Proporcionado a través de enfoques de apoyo, 'de abajo hacia arriba';
- La actividad debe tener un propósito para el individuo, adaptada a sus necesidades individuales; y
- Desenfatizar las regulaciones y ganar.
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