Fortalecimiento del deporte para el desarrollo en el Medio Oriente y el Norte de África

La región del Medio Oriente y el Norte de África (MENA), que alberga un rico patrimonio cultural y un panorama sociopolítico complejo, se ha enfrentado a diversos desafíos, como el alto desempleo juvenil, la desigualdad de género y la inestabilidad política. Sin embargo, el deporte ha surgido como una herramienta para el cambio social, ofreciendo oportunidades de participación, empoderamiento y consolidación de la paz.
En las últimas décadas, los programas de deportes para el desarrollo (S4D) han tenido un profundo impacto en la región MENA. Esta iniciativa, que aprovecha el poder de los deportes para fomentar el crecimiento social, económico y personal, ha tocado innumerables vidas en comunidades especialmente desatendidas. Los programas de deportes para el desarrollo en la región MENA comenzaron a ganar impulso a principios de la década de 2000, cuando varias organizaciones internacionales, regionales y locales reconocieron el potencial transformador que tienen los deportes.
Dos historias de éxito reflejan la amplia influencia que ha alcanzado el deporte para el desarrollo.
- Empoderamiento de la mujer e igualdad de género
Las mujeres de la región MENA se han enfrentado a menudo a barreras culturales, sociales y económicas. El deporte ha surgido como una herramienta poderosa para desafiar los roles de género tradicionales y empoderar a las mujeres y las niñas para que hagan valer sus derechos. Programas como “Girl Power” en Egipto y “Women's Sport Association” en Líbano han permitido a las mujeres participar en actividades físicas, ganar confianza y desarrollar habilidades de liderazgo.
- Integración de refugiados y desarrollo comunitario
Dada la proximidad de la región a zonas de conflicto como Siria, Irak y Yemen, la región MENA ha acogido a millones de refugiados. Los programas de deporte para el desarrollo han demostrado ser vitales para apoyar la integración de las comunidades de refugiados, ayudándolas a reconstruir sus vidas y fomentando su sentido de pertenencia. Programas como “Fútbol por la esperanza”, dirigidos por la FIFA y el ACNUR, han sido fundamentales para crear oportunidades para que los jóvenes refugiados participen en el fútbol y otras actividades.
Lecciones aprendidas
- Uno de los factores clave que explican el éxito de las iniciativas de deporte para el desarrollo en la región MENA es el énfasis en la apropiación local. Los programas que involucran a las comunidades locales en su diseño e implementación tienden a tener un impacto más sostenible. Al involucrar a líderes, entrenadores y partes interesadas locales, los programas garantizan que sean culturalmente relevantes y estén alineados con las necesidades específicas de la comunidad.
- Si bien el deporte puede ser un fin en sí mismo, los programas más exitosos en la región MENA han utilizado el deporte como una herramienta para un cambio social más amplio. Esto incluye la sensibilización sobre cuestiones como la desigualdad de género, la salud mental y la exclusión social. Por ejemplo, la campaña “My Game is my Weapon” en el Líbano utilizó la visibilidad del fútbol femenino para desafiar los estereotipos y promover la idea de que las mujeres son líderes fuertes e independientes.
Sin el apoyo internacional a estas iniciativas locales, no se puede lograr que el deporte sea un instrumento adecuado para el desarrollo. Los responsables de las políticas internacionales pueden apoyar las asociaciones y la coordinación multilaterales financiando plataformas regionales para fomentar el diálogo y el intercambio de conocimientos. El aumento del apoyo financiero y la financiación sostenible crean un entorno más sólido y sostenible para la disponibilidad de subvenciones y préstamos. Esto ayuda a respaldar el desarrollo de capacidades de las ONG y las federaciones regionales y locales, al tiempo que fomenta el establecimiento de marcos integrales de seguimiento y evaluación para hacer un seguimiento de los resultados y los indicadores clave de rendimiento de las iniciativas de desarrollo basadas en el deporte.
En Egipto, OKZ Sports Management, una dinámica empresa de gestión deportiva de reciente creación, ha iniciado una colaboración con Padelmba, una organización líder en el ámbito del entrenamiento de pádel, para aumentar las capacidades de los entrenadores locales en este ámbito y ayudarles a encontrar mejores oportunidades de empleo. OKZ también colabora con CrEd para ayudar a los jóvenes a encontrar un entorno saludable en el que puedan desarrollar su potencial a través de las artes y los deportes, así como para formar a niños con discapacidad mental, lo que está en consonancia con el ODS 10: Reducción de las desigualdades con una inclusión basada en los derechos humanos y el ODS 16: Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible. Los proyectos de OKZ tienen como objetivo incorporar un enfoque exhaustivo para fomentar una atmósfera en la que los deportistas, independientemente de su identificación de género y su condición física o mental, puedan participar, competir y prosperar libres de las restricciones de las expectativas estereotipadas.
No se puede dejar de mencionar cómo a través de la innovación tecnológica, una mayor inversión en infraestructura y asociaciones estratégicas, la región MENA tiene el potencial de convertirse en un líder mundial en el desarrollo deportivo, creando un futuro más brillante para una perspectiva más inclusiva, pacífica y próspera para su gente.
En conclusión, el deporte para el desarrollo en la región MENA ha demostrado ser más que un mero medio de entretenimiento o actividad física. A medida que la región MENA sigue afrontando desafíos, el deporte seguirá siendo una herramienta poderosa para forjar un futuro más inclusivo, resiliente y brillante. A medida que la región siga abordando sus desafíos, el deporte seguirá desempeñando un papel cada vez más importante en el fomento del empoderamiento de los jóvenes, la igualdad de género y la cohesión social.
Imagen del banner: Kevin Blankenship / Equal Playing Field
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