Más palabras, menos guerras: la diplomacia deportiva debe avanzar

El Dr. Connor Spreng, Director Ejecutivo de la Academia Suiza para el Desarrollo, reconoció al lanzar la guía -Cerrando la brecha en el deporte y el desarrollo sostenible - que "es difícil" que el deporte para el desarrollo tenga el impacto que muchos quisieran. La relativa falta de tracción en los círculos de formulación de políticas, evidenciada durante muchos años, revela una apreciación y aplicación inconsistentes de las oportunidades que el Deporte para el Desarrollo (S4D) puede brindar para alcanzar objetivos políticos como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
Los comentarios de Spreng también demuestran tanto el espacio en el que la guía Bridging the Divide puede agregar valor como la oportunidad de una herramienta explicativa para ayudar a traducir el impacto de S4D a los formuladores de políticas. Este breve artículo ofrece una descripción complementaria de la oportunidad que brinda una mayor conciencia, apreciación y aplicación de la diplomacia deportiva. Lo hace considerando la relación hasta ahora poco explorada entre S4D y la diplomacia deportiva. El primero es bien conocido por este público; este último es cada vez más el foco de un discurso sobre el concepto y la práctica por parte de académicos y profesionales que operan en este espacio conjunto.
Derivado de este diálogo, la diplomacia deportiva proporciona un ámbito global a un ecosistema interconectado de los ámbitos deportivo y diplomático: una superposición explicativa de la red de redes en evolución dentro de los mundos del deporte y la diplomacia basada en las características centrales de la diplomacia: representación, negociación, y comunicación.
Estas características centrales son fundamentales para una comprensión ampliada de la diplomacia, derivada del pensamiento de la Diplomacia Global (Holmes & Rofe, 2016), que permite apreciar una gama mayor de actores que participan y realizan transacciones diplomáticas de lo que a menudo se piensa cuando se considera embajadores, embajadas y quizás cócteles. A su vez, esto permite que las partes interesadas y participantes de S4D sean considerados de manera útil como actores en el ámbito diplomático, tanto en términos de ser conscientes de sí mismos como de ser reconocidos por otros por las cualidades diplomáticas de comunicación, representación y negociación que S4D tiene. abarcan personas y proyectos.
Mi objetivo al compartir esta comprensión reflexiva y en expansión de la diplomacia es doble: 1) mejorar la comprensión y apreciación de la diplomacia deportiva, y 2) entablar un diálogo que mejore la oportunidad para que S4D demuestre su impacto.
Considerar que la comprensión ampliada de la diplomacia proporciona una comprensión más matizada de ejemplos supuestamente "clásicos" de unión entre deporte y diplomacia, como la "diplomacia del ping-pong" de los años 1970 o los boicots olímpicos de 1980 y 1984. En cambio, permite permitirnos ver la diplomacia en funcionamiento en todo el espacio del desarrollo, y particularmente la encarnación más visible a nivel mundial de eso en los ODS. Los ODS son a la vez el resultado de un proceso diplomático y un marco para que se lleve a cabo la diplomacia para trabajar hacia el logro de los diecisiete objetivos.
El debate sobre los ODS es abundante (si son realizables es tema de otro artículo), pero me gustaría centrarme en el ODS 17: 'Alianzas para lograr los objetivos'. Este objetivo habla de la red de redes que la diplomacia deportiva está destacando y facilitando simultáneamente al agregar diferentes partes interesadas –incluidas organizaciones y colegas de S4D– y sus objetivos no alineados en propósitos alineados y definidos contextualmente. Es la oportunidad para que aquellos en el ámbito S4D y, fundamentalmente, aquellos en todo el espacio diplomático realicen diálogos no realizados en modo multidireccional, lo que fomenta una mayor reflexión y posibles alineamientos de intereses y medios complementarios para superar la disyunción.
"Básicamente, creo que el deporte es el mejor diplomático que tenemos", comentó Lord Sebastian Coe como presidente de la IAAF al ofrecer una justificación para albergar el Campeonato Mundial de Atletismo de 2019 en Doha, Qatar, sede de la próxima Copa Mundial masculina de la FIFA de 2022. Las declaraciones de Coe, nacidas de una doble carrera como deportista y administrador deportivo, dan sentido a la coyuntura entre los ámbitos del deporte y la diplomacia. El desarrollo de la diplomacia deportiva como marco conceptual y como conciencia reflexiva entre una amplia gama de partes interesadas mejora la comprensión mutua y las capacidades de los profesionales y los responsables políticos para operar en todo el panorama deportivo.
Dr. J. Simon Rofe, Universidad de Leeds, Reino Unido.
Simon es un destacado experto en el estudio y la práctica de la diplomacia deportiva y autor de Deporte y diplomacia: juegos dentro de los juegos (MUP, 2018). También es codirector principal del proyecto financiado Erasmus+: Hacia un marco europeo de diplomacia deportiva.
______________________________________________________________________________
Los argumentos de este artículo se basan en lo publicado anteriormente: J Simon Rofe (2021): Sport Diplomacy and Sport for Development SfD: A Discourse of Challenges and Opportunity, Journal of Global Sport Management, DOI: 10.1080/24704067.2021.201002
Actividad