Muchas organizaciones ya cuentan con medidas, ya sean formales o informales, diseñadas para mantener seguros a los niños y proteger la reputación y la integridad de la organización, el personal y los socios financieros.
Evaluar una organización a intervalos regulares ayudará a identificar las fortalezas, lo que les permitirá celebrar los éxitos y centrar la atención donde sea necesario.
Comenzar desde la base segura de una evaluación inicial conduce a un enfoque específico, que puede hacer que el desarrollo de medidas de salvaguardia sea menos desalentador y se base en las prácticas actuales. La incorporación de evaluaciones periódicas en las medidas de protección y protección infantil de su organización ayudará a desarrollar procesos sólidos y promover una cultura comprometida con la seguridad de los niños.
Completar una autoevaluación puede ser una actividad muy beneficiosa siempre que las respuestas sean honestas y reflejen las prácticas y los procedimientos reales.
Al evaluar su organización, vale la pena pedir a las personas de varios niveles dentro de la organización que brinden retroalimentación sobre las políticas, prácticas y procedimientos de protección y salvaguardia de la niñez.
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